( Imagen de la red)
Amanece un día más en mi ventana
y un cuchillo de luz atraviesa el cristal
y me habla de pájaros y de monte,
de susurros del viento, de palabras
que se dicen las hojas en el silencio.
Amanece y yo sigo en la misma postura.
Sigo inmóvil y fría. Impasible a la magia.
Una voz me sugiere despertar de mi sueño
pero yo no consigo desafiar al letargo
del castillo lucífugo en que me he convertido.
Me hice adicta al naufragio
y hoy me siento tormenta.
© Laura Caro Pardo
2021