( Royal Gorge Bridge, Colorado)
Desde que era niña,
me fascinan los puentes,
plataforma de cambio
o salto hacia la Nada.
Yo nunca sentí un puente
como paso al vacío
(toqué ya muchas veces
el barro con mis manos).
Morir no es -a menudo- necesario
para resucitarse.
El puente debe usarse
para cambiar de orilla,
para dejar que el otro
alcance nuestra casa.
El puente es la esperanza
de ser punto de encuentro
y ver las mismas cosas
con la misma mirada.
El puente une distancias: nos acerca
si sabemos usarlo.