29/1/20

A mi poeta preferido



Hace tres noches de insomnio
que duermo contigo,
delante de ti,
mirándote por fuera y viéndote por dentro,
leyendo tus letras libres y tan tuyas,
las que nacieron un día por necesidad
y que ahora son de todos,
( ¡ay,  mías también!,)
empapándome de ellas,
volando con ellas,
imaginando cómo eras
antes de escribir cada una,
cómo tu voz las recita en el silencio,
cómo te sientes después de parirlas.

Y puedo llorar tus lágrimas
y reír tu risa, y volar contigo...
Y puedo rozar con mi piel
tu propia y única verdad,
ésa que sólo tú puedes defender,
ésa que te hace diferente y único,
ésa que sólo tú puedes escribir
y que quizá, sólo quizá,
sólo tú puedas vivirla auténtica,
por mucho que te empeñes
en regalársela al mundo,
por mucho que pretendas
que el mundo la comparta.

Luego me embriaga la nube de tus sueños
y en los míos creo ver la vida desde ti
como en la película de John Malkovich.

                           © Laura Caro
                             Mayo, 2010