(Imagen de la red)
Me arrastro hasta la puerta con esfuerzo.
Veo una luz azul tras la rendija
y un rayo que atraviesa sin piedad
la cerradura vieja bajo el pomo.
Me pesa el cuerpo tanto, que no avanzo
al ritmo que me marcan los relojes.
Solía cantar siempre cuando el tiempo
ponía mala cara a mis instantes
y ahuyentar con el canto las tristezas.
Pero hoy no tengo voz para elevarla,
ni siquiera me consta que haya lengua
con la que relamer mis sequedades.
El tiempo una vez más, me ha derrotado.
© Laura Caro Pardo
Seguro que encontrarás esa lengua que también busca tus labios y tu corazón.
ResponderEliminarUn abrazo.
Al tiempo hay que cederle el paso...no queda otra, pero sin hacer de ello una batalla que ganar o perder, porque ya sabemos lo que ocurre.
ResponderEliminarTriste y hermoso poema.
Besos.
Perdona mi atrevimiento te he visto en el blog de mi amigo Marcos Callau y al leer me ha gustado, que bonito poema!!
ResponderEliminarBellísimo, en su desolación...
ResponderEliminarGran abrazo, Laura
Tiempo al tiempo...
ResponderEliminarVolverá la lengua a seducirte a través del corazón.
Un Abrazo.
Qué buen poema, Besos.
ResponderEliminarDeseandote Nochebuena y Navidad en felicidad te dejo mi regalo... es sencillo pero va de mi corazon al tuyo
ResponderEliminarTe deseo:
.
Manos que toman la tuya con afecto
Una sonrisa para cuando estés triste
Una palabra en el tono y momento justo.
Trocitos de salud...más que nada en el alma.
Una mariposa para ese día gris.
Gotitas de olvido, para cualquier dolor.
Una cajita hermosa llena de bendiciones.
.
Y..
Nos vemos en Año Nuevo!!!!!
Cariños
Mil gracias a todos por acercaros a mi rincón virtual.
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
Hermoso, sentimiento y del alma.
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